En mis
sueños soy libre
y en mi
vida esclava.
Que se
duerma pronto mi alma
para que se
libere por fin mi mente.
Lleva todo
el día cautiva
tras velos
de protocolos,
tras
palabras no dichas,
telonera de
su propia vida.
No soy yo
esa sombra amaestrada
esa mujer
pasiva y callada
que al
andar ni levanta la vista,
que no dice
de más ni una palabra.
En mis
sueños soy libre
corro sin
que nadie me corrija,
rio sin que
nadie me juzgue,
voy a donde
me da la gana.
Duérmete
ya, niña atrapada,
pues no es
que los sueños no juzguemos...
es solo que
allí no te importa,
porque eres
tú la que dormida no juzga nada.